Autoescuela en Nueva Zelanda que se dedica a enseñar a conducir a perros
Con 18 habitantes por kilómetro cuadrado de media, Nueva Zelanda es uno de los países menos poblados del mundo. Tal vez sea por eso que este país sea más abierto a la integración del perro como mascota en la sociedad, especialmente en las ciudades.
Pero la asociación SPCA de Auckland ha llevado la utilidad de este animal de compañía a otro nivel: creando una autoescuela para perros.
Tras ocho semanas de entrenamiento, estos perros son capaces de realizar todas las maniobras esenciales en la conducción de un coche. Marchas incluidas. Para ello, la asociación SPCA ha tenido que realizar algunos apaños al vehículo. Por ejemplo, colocar solapas en el volante para facilitar el giro y poner pedales de freno y aceleración a la altura de la pezuña delantera.
La configuración es similar a la de un coche para personas con alguna discapacidad física. Estos perros que conducen coches han sido entrenados en un simulador primero y en un circuito cerrado después.
Los entrenadores les dan las órdenes en el momento adecuado para realizar las diferentes acciones. Encender el coche, girar y cambiar de marcha.
Perros rescatados de situaciones límite
Esta iniciativa también rescata perros en situaciones extremas. La idea detrás de los perros conductores es demostrar que un perro rescatado es capaz de aprender nuevas habilidades y conductas. Sin importar cuál ha sido su pasado, lo que haya sufrido o cómo le hayan tratado. La SCPA de Auckland ha podido entrenar a tres perros rescatados que demuestran esto.
Es una forma de fomentar la adopción de mascotas como Ginny, Porter y Monty por parte de familias humanas. Es especialmente gracioso ver al perro atado al simulador y a uno de los entrenadores tirar de él como si fuera un carrito.
¿Qué opinas? ¿Enseñarías a conducir a tu perro?