Mientras tanto en algún lugar de China…

Un niño montando un robot cuadrúpedo no es solo un espectáculo futurista, sino una evidencia del acelerado desarrollo impulsado por una competencia tecnológica global sin precedentes entre las grandes potencias.

Mientras Occidente se sumerge en debates éticos, preocupaciones regulatorias y cuestionamientos filosóficos sobre el impacto de estas tecnologías, China parece no dudar en pisar el acelerador a fondo.

¿Innovación o peligro? La discusión sobre el uso de la IA, los robots humanoides y la tecnología aplicada a estos niveles está lejos de llegar a su fin, pero es claro que su impacto será decisivo en la construcción del futuro.