Así se ven los bebés en las resonancias magnéticas
En una resonancia magnética se puede apreciar bebés recién nacidos cómo fetos en desarrollo. Se utiliza para obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo sin usar radiación ionizante.
Sin embargo, muchos se sorprenden por las imágenes que se obtienen pues fuera de parecer algo adorable, muestran el esqueleto y las formas drásticas de nuestra composición.
Aunque, eso no descarta que es una herramienta valiosa para identificar anomalías congénitas y planificar el tratamiento adecuado antes del nacimiento. Pero, sin duda a todos nos dejan sorprendidos.
La resonancia magnética utiliza el electromagnetismo para obtener una imagen diagnóstica. Esta exploración se sirve de un potente imán que altera la posición de las moléculas de agua en el organismo.
Es segura y efectiva para diagnosticar una variedad de condiciones, como anomalías cerebrales, problemas en la médula espinal, lesiones y tumores. Por esta razón, la resonancia magnética se utiliza en el momento fetal para obtener imágenes más detalladas de un bebé en desarrollo.
Lo que resultan especialmente útiles en neurología y oncología, pues entregan imágenes de alta resolución sin el uso de radiación ionizante.
La resonancia magnética ayuda a obtener imágenes excelentes con un campo de visión mayor o en el que se aprecien mejor las diferencias entre tejidos.
Por esa razón, aunque den terror la imágenes, “se recomienda emplear esta técnica en pacientes con más de 20 semanas de gestación para que tengan un tamaño suficiente para que se obtengan imágenes diagnósticas”.