Comienzan las pruebas del robot que volará sobre Venus
Una versión reducida del aerobot que algún día podría surcar los cielos de Venus completó con éxito dos vuelos de prueba en Nevada, lo que marcó un hito para el proyecto.
La intensa presión, el calor y los gases corrosivos de la superficie de Venus son suficientes para desactivar incluso la nave espacial más robusta en cuestión de horas. Pero a unas pocas docenas de millas por encima, la espesa atmósfera es mucho más hospitalaria para la exploración robótica.
Un concepto prevé emparejar un globo con un orbitador de Venus, los dos trabajando en conjunto para estudiar el planeta hermano de la Tierra. Mientras que el orbitador permanecerá muy por encima de la atmósfera, tomando medidas científicas y sirviendo como un relé de comunicación, un globo robótico aéreo, o aerobot, de unos 12 metros de diámetro viajaría hacia él.
Para probar este concepto, un equipo de científicos e ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California y Near Space Corporation en Tillamook, Oregón, realizó recientemente dos vuelos exitosos de un globo prototipo que es aproximadamente un tercio de ese tamaño.
El reluciente globo plateado ascendió más de 1 kilómetro sobre el desierto Black Rock de Nevada hasta una región de la atmósfera terrestre que se aproxima a la temperatura y densidad que experimentaría el aerobot a unos 55 kilómetros sobre Venus.
Coordinadas por Near Space, estas pruebas representan un hito en la demostración de la idoneidad del concepto para acceder a una región de la atmósfera de Venus demasiado baja para que la alcancen los orbitadores, pero donde una misión de globo podría operar durante semanas o incluso meses.
La única exploración en globo de la atmósfera de Venus hasta la fecha fue parte de las misiones gemelas soviéticas Vega 1 y 2 que llegaron al planeta en 1985. Los dos globos (que tenían aproximadamente 3,6 metros de diámetro cuando estaban llenos con helio) duraron poco más de 46 horas antes de que se agotaran las baterías de sus instrumentos. Su breve tiempo en la atmósfera de Venus brindó un indicio alentador a la ciencia mostrando la posibilidad de lograrse mediante una plataforma de globo más grande y de mayor duración flotando dentro de la atmósfera del planeta.
El objetivo final del aerobot sería viajar con los vientos de Venus, flotando de este a oeste, circunnavegando el planeta durante al menos 100 días. El aerobot serviría como plataforma para una variedad de investigaciones científicas, desde monitorear la atmósfera en busca de ondas acústicas generadas por venusquakes hasta analizar la composición química de las nubes. El orbitador que lo acompaña recibiría datos del aerobot y los transmitirá a la Tierra mientras proporciona una vista global del planeta.