Deadmau5 en Coachella: ¿el crítico de DJs se convirtió en lo que juró destruir?
Deadmau5: el sheriff de la escena electrónica, el justiciero digital, el que se la vive tuiteando contra medio mundo y llamando “payasos” a otros DJs. Pero este fin de semana, en pleno Coachella, el ratón más ácido del EDM demostró que el primero en escupir para arriba es él mismo.
El canadiense, famoso por repartir hate como si fueran flyers de rave noventero, subió al escenario con más alcohol que beats en el sistema. Su presentación, lejos de ser un viaje sonoro, fue una colección de tropiezos, mezclas erráticas y energía tan dispareja que ni el mismísimo David Guetta con jetlag se atrevería a firmar. ¿Lo peor? Lo hizo en uno de los festivales más vistos del mundo.
Después de su desliz, como todo buen rockstar venido a menos, soltó la clásica disculpa en redes: que sí, que estaba “pasado de copas”, que no fue profesional, que se siente mal, y que ojalá el universo lo perdone (o por lo menos el algoritmo). Pero hey, ¿no es este el mismo Deadmau5 que se ha pasado años criticando a artistas como Marshmello, Steve Aoki o Avicii por ser “productos”? ¿El mismo que se ofende si alguien pone un confeti mal lanzado?
Irónico, ¿no? El DJ que más se queja del circo del EDM, terminó protagonizando uno. Solo que esta vez, el payaso no traía casco de ratón… traía al ratón haciendo heces sobre el escenario.
Nota: Wallace
