Descubren seres microscópicos en los cristales gigantes de Chihuahua
La NASA descubre nuevos microorganismos con una vida de 50,000 años dentro los cristales gigantes de Chihuahua.
Entre las muchas maravillas naturales que alberga México, una de las más impresionantes es, sin duda, la cueva de los cristales (o de las espadas) de Naica. Esta singular estancia subterránea se encontró gracias a trabajos de explotación minera. Se dice que todo comenzó en 1794, cuando tres hombres localizaron una pequeña veta de minerales valiosos al pie de la sierra de Naica, en el estado de Chihuahua.
El descubrimiento no se pasó por alto y, a partir de esta fecha, se comenzaron los trabajos de explotación minera, que han subsistido durante décadas. La cuestión de las minas es que cada vez se explora más profundo, para llegar a la mayor cantidad posible de recursos. Sin embargo, estas incursiones pueden desvelar secretos que habían permanecido ocultos hasta entonces.
En 1910, los mineros de Naica descubrieron la cueva de los cristales. Quedaron deslumbrados por su belleza, y decidieron hacer público su conocimiento. La fama de estos cristales, los cuales son considerados algunos de los más grandes del mundo, se extendió inmediatamente y, desde entonces, la cueva no ha parado de recibir visitas. Eventualmente, con trabajos de exploración más prolongados, se fueron descubriendo más estancias.
Los cristales de Naica yacen a 300 metros bajo la superficie, y los más grandes llegan a medir hasta 12 metros. Todos están compuestos de selenita, la cual es un derivado del sulfato de calcio. Además, cabe destacar que la temperatura de la cueva es sumamente caliente (hasta 58°), por lo que nadie puede estar adentro por tiempos muy prolongados.
Hasta el día de hoy, estas maravillas naturales han fascinado a decenas de científicos, quienes dedican años de su vida para intentar descifrar sus misterios. Existen numerosos artículos que tratan, a detalle, la historia y composición de los cristales de Naica. Entre ellos, la Sociedad Geológica Mexicana ha indagado mucho en el tema y, afortunadamente, algunos frutos de estos trabajos están disponibles para el público en general.
Las cuevas de Naica en Chihuahua, México, parecen salidas de otro mundo, acaso la tierra de una película de ciencia ficción y, de hecho, contienen una criatura que parece otro mundo (y que podría habitar en condiciones extremas).
Se han encontrado criaturas microbiales que viven del hierro, el azufre y otros químicos dentro de estos cristales. Esta forma de vida nunca antes había sido observada y parece apuntar a que la vida en la Tierra puede soportar condiciones má difíciles de las que hasta ahora se creía que eran necesarias.
Estos organismo han existido en un estado pasivo por grandes períodos de tiempo, durmiendo por eones entre los cristales. Algunos de estos cristales tienen medio millón de años, y estos microorganismos podrían haber existido desde hace 10 mil a 50 mil años.
En un futuro cercano, la investigación se incorporará a los proyectos de exploración espacial y exobiología de la NASA.