El desierto de Atacama: un gigantesco basurero de ropa
Uno de los desiertos más atractivos de América del Sur se ha convertido en un vertedero textil a cielo abierto. Y las pruebas lo remiten. Recientemente la agencia de noticias AFP reveló las fotografías de Martin Bernetti que muestran montañas de ropa descartada y abandonadas en una zona franca, libre de jurisdicción en el norte de Chile.
Estas imágenes muestran que al menos 39.000 toneladas de ropa fueron descartados en esa zona, provocando un desequilibrio ambiental altísimo. El problema principal que implica está ropa es que está hecha principalmente de fibras sintéticas y tiene componentes químicos que la hacen altamente contaminante para el medioambiente. Además de no ser biodegradables, tardarán miles de años en descomponerse, por estar hechas de fibras de plástico.
Chile es conocido por ser un país que hizo de la ropa de segunda mano una industria en sí misma, con ropa proveniente principalmente de Estados Unidos. Alex Carreno, un ex empleado del área de importación del puerto de Iquique, en Chile, reconoció en una entrevista a medios que “esta ropa llega de todas partes del mundo. Lo que no se vende en Santiago ni se envía a otros países se queda en zona franca”.
Por ese puerto ingresan alrededor de 59.000 toneladas de ropa al año, de las cuales 39.000 son llevadas a vertederos en el desierto. Estas prácticas tienen al menos 30 años en ese país, y han sido el motor de diversos diseñadores sustentables del país, con los 12-NA como referentes principales de ese movimiento.
Las pacas o fardos de ropa usada que ingresan a diferentes países latinoamericanos como consecuencia del fast-fashion no nos hablan únicamente de la sobre-producción y el consumo excesivo de prendas, si no que también son indicadores sociales. ‘Se abrió Paca’, el documental creado por Fashion Revolution Guatemala hace referencia al impacto que tienen los fardos de ropa usada que llegan al país sobre la industrial local textil. La demanda de ropa hecha de manera local baja con el ingreso de estas prendas, y el trabajo de artesanos comienza a perder valor, lo que lleva a que los saberes ancestrales de la región vayan perdiéndose con el correr de los años.
En Bolivia, la industria de la ropa usada también se ha desarrollado. Juan Carlos Pereira, director de la firma sostenible Juan de la Paz, reconoce que “la ropa usada es la mayor fuente de abastecimiento de ropa aquí. La feria de ropa usada a cielo abierto más grande del mundo está aquí, por eso es muy difícil que la industria de la moda se desarrolle acá. Hay mucha ropa, muy buena y muy barata”.
Definitivamente se trata de un problema complejo que tiene múltiples aristas. ¿Cuál es la mejor manera de abordarlo? Sin dudas, pensar a las prendas vintage o de segunda mano desde una mirada circular es una buena alternativa, pero también puede volverse un problema estructural, donde las legislaciones deben hacerse presentes, para preservar nuestros espacios naturales, aquellas maravillas que nos rodean. Para que Atacama permanezca como lo que es, ese desierto donde la tierra nos acerca a las estrellas y al universo entero.
Ve aquí el documental completo “Se abrió Paca” de Fashion Revolution Guatemala.