El Triángulo de las Bermudas o la gran fake news
Si hay un ‘misterio’ que se comparta mundialmente ése es el del Triángulo de las Bermudas; cada pocos años reaparece en los medios de comunicación. Y no solo eso, sino que al calorcillo de la noticia suelen aparecer científicos proponiendo hipótesis que explican la naturaleza del misterio.
Parece que esos científicos-resuelve-misterios no conocen lo que dijo el filósofo francés Fontenelle: “Antes de explicar los hechos es necesario comprobarlos: de este modo se evita el ridículo de encontrar la causa de lo que no existe”.
Se estima que no menos de 200 y no más de 1000 son los incidentes que se han dado allí en los últimos 500 años, lo que significan que, como mucho, se han producido 10 desastres al año.
Un invento de mediados del siglo XX
La década de 1970 fue la edad de oro de lo paranormal y la ufología y el libro de Berlitz El triángulo de las Bermudas vendió 20 millones de copias en 30 idiomas distintos. Poco importaba que la famosa compañía seguradora Lloyd’s de Londres asegurara que el número de desapariciones de barcos y aviones en el Triángulo no era distinto a otras zonas del globo, y que las primas para viajes dentro del Triángulo no eran diferentes a otros lugares.
El negocio estaba a la vista y las editoriales comenzaron a publicar libros con títulos tan llamativos como El triángulo del Diablo de Richard Winer o El limbo de lo perdido de John Wallace Spencer. Por supuesto, tal misterio no podía dejar de saltar a la gran pantalla y en el taquillazo de 1977 Encuentros en la Tercera Fase, Spielberg hizo uso de una de las demenciales ‘teorías’ explicativas del misterio: detrás de todo se encontraban los extraterrestres.
Lo cierto es que todos esos libros tenían más de literatura fantástica que de periodismo de investigación. Respecto a la historia de los salvavidas… Un cuento muy bonito habida cuenta de que el informe de la guardia costera afirma que se encontraron los restos del barco.
Pero ya se sabe que la imaginación es libre y el papel aguanta lo que escribas, así que tampoco se tiene ningún miramiento si hay que inventarse desapariciones para hacer el misterio más misterioso, como la del inexistente carguero noruego Stavenger, que se ‘desvaneció’ con 43 personas a bordo en octubre de 1931 a la altura de la isla del Gato, en Bahamas.