La cotorra argentina, el animal que tiene huella vocal como de humano
Las cotorras y los loros son conversadores excepcionales. Pueden aprender un repertorio vocal casi ilimitado a lo largo de toda su vida y, al mismo tiempo, emiten llamadas para que los miembros de su bandada los reconozcan individualmente.
Un estudio sobre cotorras realizado por el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal (MPI-AB) y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona podría tener la respuesta: los individuos tienen un tono de voz único, conocido como huella vocal, similar al de los humanos.
Este hallazgo en una cotorra en libertad plantea la posibilidad de que una huella de voz también pueda estar presente en otras especies vocalmente flexibles, como los delfines y los murciélagos.
Los humanos tenemos repertorios vocales complejos y flexibles, pero aún podemos reconocernos solo con la voz. Esto se debe a que los humanos tenemos una huella de voz: nuestro tracto vocal deja una firma única en el tono de nuestra voz en todo lo que emitimos.
Hasta la fecha, por tanto, no existe evidencia de que los animales tengan firmas únicas que marquen todas las llamadas realizadas por un individuo. En otras palabras, casi ningún animal tiene una huella de voz.
Esto sorprendió a Smeele, investigador doctoral del MPI-AB que estudia cómo los loros utilizan sus excepcionales habilidades vocales para socializar en grupos grandes. Al igual que los humanos, los loros y cotorras usan su lengua y boca para modular las llamadas, lo que significa que «sus gruñidos y chillidos suenan mucho más humanos que el silbido limpio de un pájaro cantor», dice.
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