La “K” se pone de moda entre los CEO de Silicon Valley

“La ketamina es útil para salir de un estado de ánimo negativo”, declaró Elon Musk en una entrevista el año pasado. Actualmente, Musk ha sido seleccionado para supervisar los programas federales de Estados Unidos dentro del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Pero no es el único que piensa así.

Originalmente aprobada como anestésico quirúrgico y popularizada como droga recreativa, “la k” se ha convertido en el tratamiento de salud mental no recetado más comentado del momento.

Algunos investigadores señalan que la sustancia puede inducir un estado de “aislamiento sensorial” y mejorar temporalmente la neuroplasticidad del cerebro, lo que, en teoría, facilita superar bloqueos mentales. Sin embargo, su abuso puede ser mortal y su consumo sin prescripción sigue siendo ilegal. Musk asegura que su uso está respaldado por “un médico de verdad”.

WIRED habló con los cofundadores de una organización en el área de la bahía de San Francisco que ofrece acompañamiento asistido con ketamina. Ambas eligieron identificarse con seudónimos: Aria Stone, doctora en psicología, y Shuang Shuang, coach espiritual.

¿Qué opinas del consumo de esta sustancia?