Las cochinillas o bichos bolita: esenciales para limpiar el suelo
También conocidas como «Oniscidea» bichos bola, bichos de humedad, estas criaturas de color gris se pueden encontrar en muchos ambientes oscuros y húmedos ya que se alimentan de materia orgánica en descomposición.
Se caracterizan por su capacidad de enrollarse en una pelota cuando se sienten amenazados. Otra característica única es que tienen siete pares de patas. También actúan como canguros, llevando sus huevos con ellos en una bolsa especial llamada marsupio. Aún más extraño, no orinan. En cambio, intercambian gases a través de estructuras parecidas a bronquios.
Las cochinillas de humedad juegan un papel importante en el ciclo de vida de las plantas. Devuelven la materia orgánica al suelo para que pueda ser digerida aún más por hongos, protozoos y bacterias. Este proceso produce un suministro natural de nitratos, fosfatos y otros nutrientes vitales que las plantas necesitan para prosperar ahora y en las futuras estaciones de crecimiento. Es importante no introducirlas en el jardín demasiado pronto, ya que tienden a comer las plantas emergentes. A menudo viven hasta tres años.
Una cualidad única que poseen estos bichos es su capacidad para eliminar de forma segura los metales pesados del suelo. Por esta razón, son una herramienta importante para limpiar el suelo contaminado con contaminantes como plomo, cadmio y arsénico. Toman metales pesados como plomo y cadmio y cristalizan estos iones en sus entrañas. Las toxinas de metales pesados se convierten en depósitos esféricos en el intestino medio. Con esta propiedad especial de limpieza, los insectos sobreviven donde la mayoría de las criaturas no pueden, en los sitios más contaminados.
La magia de los insectos ayuda a restablecer un suelo saludable y evita que los iones metálicos tóxicos se filtren en el agua subterránea. Esto significa que los chinches también protegen el agua de pozo de la contaminación mientras estabilizan los suelos.