Texas. Estadio lleno, bandera en cada rincón. Y aun así, el ambiente no explotó. México perdió 2-1 ante Paraguay en un amistoso que no lo era tanto. No por lo que se jugaba, sino por lo que reflejó: un equipo con talento, sí, pero sin idea clara.
La derrota cerró un 2025 extraño para el Tri: lo empezó ganando la Nations League y la Copa Oro, y lo termina con seis partidos sin ganar, incluyendo derrotas contra Uruguay, Alemania y ahora, Paraguay. Un bache en plena cuenta regresiva rumbo al Mundial 2026.
🔁 Un once parchado… y sin ritmo
La alineación fue una mezcla de pruebas, regresos y ausencias. No estuvieron ni Edson ni Lozano, ni tampoco los europeos que podrían encender el ataque. El técnico apostó por caras jóvenes y por Raúl Jiménez en punta, quien fue el único que respondió.
En el primer tiempo, poco. En el segundo, demasiado tarde. Un penal cobrado con categoría por Jiménez sirvió para empatar momentáneamente, pero Damián Bobadilla selló el marcador con un zurdazo tras una defensa estática.
Se repite lo que ya suena conocido: posesión sin filo, rotación sin cohesión y goles que llegan tarde.
🧠 Lo que deja el 2025 sobre la mesa
- 6 partidos sin ganar desde julio.
- Solo 3 goles anotados en ese tramo.
- Poca claridad en la base del once titular.
- Y una lista larga de ajustes por hacer antes del Mundial.
¿Hay tiempo? Sí. ¿Hay talento? También. ¿Hay certeza? No.
Y eso, para una selección anfitriona del Mundial, no debería ser negociable.
📌 ¿Se puede rescatar algo?
Sí: la jerarquía de Raúl, la sangre nueva que empieza a mostrarse sin miedo, y la claridad de que hay cosas que no están funcionando y ya no se pueden esconder.
El 2026 empieza con calendario cargado y la presión de ser local. México tendrá que decidir si va a llegar a esa fiesta como invitado de compromiso… o como anfitrión de verdad.
