Cada 1 de diciembre el mundo voltea a ver el tema… pero lo cierto es que el VIH sigue rodeado de mitos que frenan las conversaciones importantes. Y eso importa, porque cuando hay silencio, hay riesgo. Y cuando hay información, hay vida.
Hoy te contamos —sin drama, sin sustos y sin tabú— qué es real, qué no, y qué sí funciona para cuidarte hoy.
MITO 1: “El VIH se transmite por contacto casual”
La realidad es simple: no. No se contagia por abrazos, besos, sudor, baños, albercas, brindar vasos o convivir cerca de alguien. El VIH solo puede transmitirse a través de:
- sangre,
- semen,
- fluidos rectales o vaginales,
- leche materna.
Punto.

MITO 2: “Si te contagias, tu vida ya no será igual”
La medicina cambió la historia. Hoy, una persona con VIH que recibe tratamiento puede tener carga viral indetectable, lo que significa:
“Undetectable = Untransmittable (U=U)”
(“Indetectable = Intransmisible”)
Cuando el virus está controlado, no se transmite por vía sexual. Esto no es opinión: es evidencia científica respaldada por múltiples estudios epidemiológicos.
MITO 3: “El VIH y el SIDA son lo mismo”
No. El VIH es el virus. El SIDA es la etapa avanzada cuando no se recibe tratamiento.
Con atención médica, el VIH no progresa a SIDA. El tratamiento funciona, y funciona muy bien.

MITO 4: “La prevención es complicada”
La realidad es que hoy existen varias formas sencillas, efectivas y accesibles:
1. Pruebas regulares
La única manera de saber tu estatus es haciéndote una prueba.
Rápida, segura y gratuita en muchas instituciones.
2. Preservativo
Cuando se usa bien, reduce de manera importante la transmisión.
3. PrEP
La Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) es un medicamento para personas VIH negativas que reduce el riesgo de transmisión sexual más del 99%.
Está aprobado por autoridades de salud alrededor del mundo.
4. PEP
La Profilaxis Post-Exposición (PEP) se toma después de una situación de riesgo.
Debe iniciarse dentro de las primeras 72 horas.

Entonces… qué sí debes hacer hoy?
- Tener conversaciones abiertas con tus parejas.
- Usar protección.
- Hacerte pruebas con regularidad.
- Informarte con fuentes serias, no con rumores.
- No estigmatizar: la desinformación también enferma.
Porque al final, cuidarte es una decisión. Pero hacerlo con información cambia todo.




