Beat 100.9 FM | ¿Por qué sentimos que el año pasa más rápido cuando somos adultos?

¿Por qué sentimos que el año pasa más rápido cuando somos adultos?

fernanda

2025-11-29

Imagen Ilustrativa News
PUBLICIDAD

A nadie le sorprende ya escucharlo: “no puedo creer que ya se acabó el año”. A veces parece que enero dura tres meses… y luego parpadeas y estás poniendo el arbolito de nuevo.
No es drama colectivo. Es un fenómeno psicológico estudiado desde hace décadas: la percepción del tiempo cambia conforme envejecemos. Y sí, tiene razones bastante lógicas.


Cuando eres niño, todo es nuevo

La primera razón es simple: tu cerebro guarda el tiempo a través de recuerdos. De niño, cada día tiene algo que jamás habías vivido: un parque nuevo, un maestro nuevo, una comida nueva, un juego nuevo, un miedo nuevo.

Ese mar de primeras veces hace que tu memoria registre más eventos y más detalles.
Y cuando tu cerebro tiene más información guardada… siente que vivió más tiempo.

Por eso un verano podía sentirse eterno: estaba lleno de cosas nuevas.


De adulto, la vida entra en piloto automático

La adultez trae rutinas: trabajo, pendientes, transporte, correo, dormir, repetir.
Cuando los días empiezan a parecerse demasiado, el cerebro deja de registrar detalles y empieza a comprimir la experiencia.

Lo mismo pasa con semanas y meses completos. Si nada cambió demasiado, tu memoria lo guarda como un bloque compacto… y esa “compactación” lo hace sentir mucho más corto.


El cerebro usa la novedad como ancla temporal

Nuestro sentido del tiempo no se mide en horas: se mide en eventos que recordamos.
Las emociones fuertes, los cambios, los viajes, los sustos, los logros, las pérdidas, los traumas, los romances… todo eso funciona como ancla.

Cuando hay pocas anclas en un año, el año se siente corto. Cuando hay muchas, se siente largo, intenso, difícil o simplemente más memorable.


La adultez también trae una carga mental que nos acelera

El tiempo no se siente igual cuando tu cabeza está llena. Entre trabajo, dinero, familia, salud mental, pendientes, trámites, decisiones y preocupaciones, tu atención está dividida.
Y cuando tu atención está dispersa, los días pasan sin que te des cuenta.

Sientes que solo “vas resolviendo”, no viviendo. Eso también transforma la percepción del tiempo: lo hace más rápido, más borroso.


Y hay un detalle matemático: cada año es un porcentaje más pequeño de tu vida

A los 10 años, un año es el 10 % de tu vida.vA los 30, es el 3 %. A los 40, el 2.5 %.
Mientras más grande eres, más pequeño es el peso proporcional de un año completo, y eso altera tu sensación de duración. Es el mismo tiempo… pero no se siente igual.


Entonces, ¿por qué sentimos que el año vuela?

Porque como adultos:
— vivimos más en rutina,
— registramos menos novedades,
— cargamos más estrés,
— tenemos menos anclas de memoria,
— usamos el tiempo más para resolver que para experimentar,
— y cada año se vuelve proporcionalmente más pequeño.

No es magia, ni tristeza, ni drama: es neurología, memoria y vida adulta.

Beat 100.9
ESCUCHA LA RADIO EN VIVO AHORA
X