Mientras medio mundo todavía se pregunta si los robots van a quitarnos el trabajo, en China eso ya está pasando. La empresa AgiBot comenzó a entrenar robots humanoides impulsados por inteligencia artificial para realizar tareas en fábricas y líneas de producción, con el objetivo de transformar completamente la forma en que se manufacturan los productos en el país.
Estos robots están siendo preparados para trabajar hombro a hombro con humanos, adaptándose a distintas labores dentro de maquiladoras y plantas industriales.

Robots que aprenden en tiempo real
A diferencia de los brazos mecánicos clásicos que repiten una misma acción todo el día, los nuevos modelos de AgiBot utilizan sistemas de aprendizaje profundo (deep learning) que les permiten entrenarse y mejorar con la práctica.
Cada robot analiza su entorno a través de sensores visuales y táctiles, y ejecuta tareas como ensamblar piezas, clasificar materiales o mover objetos frágiles. Con IA generativa, pueden ajustar sus movimientos sobre la marcha sin necesidad de que un ingeniero los reprograme.
En pruebas recientes, uno de los modelos completó una jornada de trabajo en una línea de montaje con un margen de error menor al 2 %, según datos publicados por South China Morning Post.
El cambio en las maquiladoras
El plan de AgiBot es claro: crear robots que puedan integrarse en entornos de manufactura existentes, sustituyendo el trabajo manual repetitivo, pero también asistiendo a los operadores humanos en tareas más precisas o peligrosas.
Estas máquinas, con aspecto parcialmente humanoide —brazos articulados, visión computacional y movilidad bípeda limitada—, están diseñadas para operar turnos completos sin interrupción. Su entrenamiento se realiza en simuladores digitales que replican las condiciones de fábricas reales.

¿Amenaza o evolución?
El proyecto ha generado debate dentro y fuera de China. Algunos especialistas lo ven como un paso natural hacia una industria más eficiente, mientras que otros advierten que el despliegue masivo de estos robots podría afectar millones de empleos de bajo salario.
Según un análisis de Reuters, el gobierno chino busca convertir la robótica avanzada en una de las piedras angulares de su economía para 2030, con incentivos fiscales y apoyo tecnológico a empresas como AgiBot, Fourier Intelligence y UBTech Robotics.
La apuesta no es menor: el país ya produce más del 50 % de los robots industriales del mundo, y con esta nueva generación humanoide, apunta a liderar también el trabajo físico automatizado.

Lo que viene
Por ahora, los robots de AgiBot solo operan en entornos controlados y en fase de prueba, pero la compañía planea lanzar su primera flota comercial en 2026, enfocada en tareas logísticas y de ensamblaje fino.
Y aunque suene a ciencia ficción, es probable que pronto veamos a estos humanoides en acción dentro de fábricas reales, moviendo piezas, revisando inventarios o trabajando en turnos nocturnos sin descanso.
La era del “trabajo sin humanos” ya no está tan lejos… y empieza en el corazón industrial de China.




