La conversación extraterrestre volvió a explotar gracias a The Age of Disclosure, un documental que lleva semanas moviendo titulares. Según declaraciones recogidas por Entertainment Weekly, el director Dan Farah dijo que el presidente Donald Trump “already knows the basic facts” —“ya conoce los hechos básicos”— sobre vida no humana.
La frase fue suficiente para encender redes, foros y conversaciones enteras sobre si estamos cerca de un anuncio oficial. No se habla de encuentros personales ni de naves aterrizando, sino de acceso a información que Trump habría recibido durante su administración y que, según Farah, su equipo está evaluando cómo manejar.

Lo que afirma el documental
Farah sostiene que la existencia de inteligencia no humana ya no es debate. En su promoción dijo literalmente:
“The existence of non-human intelligent life is no longer a question.” Traducción: “La existencia de vida inteligente no humana ya no es una pregunta.”
Nada de lo expuesto en el documental ha sido desmentido oficialmente, pero tampoco confirmado por instituciones científicas. Es un rompecabezas armado con testimonios, documentos históricos y voces de ex militares que aseguran haber visto más de lo que permitía la narrativa pública.
Por qué este rumor prende tan rápido
Porque llega en un momento donde la cultura ya está lista para hablar del tema sin reírse. En los últimos años, pilotos de la Marina estadounidense dijeron haber visto objetos que no logran explicar; hubo audiencias en el Congreso sobre UAP; y agencias como la NASA publicaron reportes admitiendo que no tienen respuestas definitivas sobre ciertos fenómenos.
Ese clima hace que un rumor como éste tenga más tracción que nunca.

¿Hay una revelación en camino?
La respuesta honesta es: no lo sabemos. Hay un documental, declaraciones del director, notas que recogen sus palabras, y un público que quiere entender qué es mito y qué es dato duro. Lo que sí es claro es que Farah colocó a Trump en el centro de la conversación: como figura visible, con acceso privilegiado y potencialmente capaz de decir algo que cambie la historia moderna.
Si eso pasa o no, dependerá de información que por ahora sigue en manos de personas que no han hablado oficialmente.
Lo que quedaría en juego si fuera cierto
Una revelación así no sería solo un titular: sería un parteaguas cultural y político. No es casualidad que The Age of Disclosure esté siendo tratado como más que un documental: funciona como piedra que golpea un lago que ya estaba temblando.




