Un Ahuehuete sustituirá a la Palma de Paseo de la Reforma, CDMX

La Palma que estuvo por más de 100 años en Paseo de la Reforma murió y en este momento se puede observar un cráter en el lugar. Para sustituirlo, las autoridades de la Ciudad de México confirmaron que en su lugar colocarán un árbol de Ahuehuete.

Para escoger el árbol, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, convocó a la ciudadanía a escoger a través de este portal: https://lapalmadereforma.cdmx.gob.mx/ De acuerdo con la mandataria, la elección se hizo a través de voto electrónico abierto a la ciudadanía. El ejemplar reunió 77 mil 485 votos.

“Muchas gracias a las más de 200 mil personas que participaron para decidir qué árbol engalanará la glorieta que durante años ocupó la palma en Reforma. Les informo que ganó el Ahuehuete, estuvo reñida la competencia.” Escribió Sheinbaum en sus redes sociales.

Con respecto a las especies que compitieron contra el ahuehuete, las más cercanas al primer lugar fueron las siguientes: Sicomoro Mexicano, con 1,973; el Fresno con 5,728 y el Árbol de la Manita con 9,209.

Será con la plantación del ahuehuete –árbol que ostenta el título árbol nacional de México– que la palma de Paseo de la Reforma concluya definitivamente su historia.

¿Qué tipo de árbol es el ahuehuete?

Los ahuehuetes reciben el nombre común de “Viejos del agua, árboles nacionales de México”. Esta condecoración la recibieron en 1921 gracias a que se encuentran en casi cualquier lugar de la República, casi desde el nivel del mar (250 msnm en Montemorelos, Nuevo León), hasta más de 2 500 msnm en el Estado de México. Sin embargo, dicha distinción es merecida por mucho más que su amplia distribución geográfica. Los ahuehuetes son un elemento de la naturaleza indisolublemente ligado con la cultura nacional, desde la época prehispánica hasta nuestros días.

La palabra “ahuehuete” proviene del náhuatl a, derivado de atl, “agua”, y huehuetl, “viejo”. Por ello, se puede traducir como “viejo del agua”, lo cual nos habla de su extraordinaria longevidad y de sus hábitos de crecimiento.

Además de esto, comúnmente crece sobre él una planta epífita (y no parásita, como se cree) que es el heno (Tillandsia spp.), el cual, gracias a su color gris claro, le da al árbol un aspecto canoso.

¿Qué le sucedió a la palma?

Los primeros resultados que han dado los análisis de laboratorio procesados por el equipo asesor de especialistas muestran la presencia de un tipo de hongo que genera una afectación conocida como “la pudrición rosada de la palma”. Este hongo, entre otras cosas, causa un taponamiento que impide que el agua circule a lo largo del estípite (tronco).

Los análisis de otras partes de la palma siguen en curso; una de las hipótesis de los investigadores es que además del hongo ya identificado, pueden encontrarse otras infecciones ya detectadas en otras palmas del Paseo de las Palmas y diagonal San Antonio.

Las muestras de laboratorio aún están en proceso. El pasado 6 de abril, un grupo interdisciplinario de especialistas del Colegio de Postgraduados –institución reconocida como líder en ciencias forestales y agroalimentarias en México y América Latina– tomó muestras de suelo, raíz, tallo y hojas de la palma.

Los expertos aseguran que algunos de los factores que también influyeron en la muerte de la palma fue su edad. Como parte del programa de manejo integral de palmeras que realiza la Secretaria del Medio Ambiente del Gobierno de la Ciudad de México, se le dio atención para cuidarla con la debida asesoría de expertos, sin embargo, no fue posible salvarla.

¿Cómo creen que lucirá el icónico lugar de nuestra ciudad con este nueva especie de árbol?

Adiós a la palma icónica de Paseo de la Reforma