Después de más de una década sin subirse a una cabina, Thomas Bangalter, la mitad de Daft Punk, volvió a mezclar en vivo. El pasado 25 de octubre, el productor francés se unió a Fred Again.., Erol Alkan (Phantasy Sound) y Pedro Winter (Ed Banger Records) para una sesión sorpresa en el Centro Pompidou de París, celebrando los 20 años del sello Because Music. Nadie lo esperaba, pero el momento se volvió histórico: era su primer DJ set en 16 años.
El regreso que nadie vio venir
Sin máscaras, sin el misterio robótico que lo hizo leyenda, Bangalter regresó frente a una multitud que no terminaba de creer lo que veía. Durante su set, sonaron joyas que marcaron época: “Rollin’ & Scratchin’”, “Digital Love” y “Contact” de Daft Punk, además de “Galvanise” de The Chemical Brothers y fragmentos de la banda sonora One Battle After Another de Jonny Greenwood.
La vibra fue total: un viaje entre nostalgia y adrenalina, con Bangalter tomando el control de la pista como si el tiempo no hubiera pasado.
Fred Again.. lo contó todo
Fred Again.., quien compartió cabina con él, reveló en redes sociales un detalle que explica el peso emocional de la noche:
“Thomas me dijo, camino al show, que la primera vez que se enamoró de la música electrónica fue en este edificio, en 1992. También me dijo que no había tocado un set completo sin máscara en 24 años. No supe qué decirle, sólo que ojalá no pasen otros 24 para volver a verlo hacerlo.” — Fred Again..
Con esas palabras, el británico resumió el momento: un ícono del pasado compartiendo cabina con uno de los artistas más influyentes del presente.
Bangalter, libre y sin casco
Aunque ya había aparecido públicamente —como cuando lanzó su disco orquestal Mythologies en 2023—, esta sesión representa algo distinto: la vuelta del Bangalter DJ, el que pone las manos sobre el mixer y deja que hable la música. Su última vez había sido en 2009, y la más reciente con Daft Punk ocurrió en 2017 junto a The Weeknd durante los Grammy. Desde entonces, silencio. Hasta ahora.
Una noche que conecta generaciones
Más allá del hype, lo que pasó en el Pompidou fue una señal de transición: la vieja guardia del house francés unida con la nueva ola. Fred Again.. y Bangalter compartiendo una cabina simbolizan lo que vive la electrónica hoy: herencia, evolución y comunidad.
No fue un show monumental ni una producción masiva, sino un recordatorio de que la magia sigue en la música, no en el disfraz.
